Interpretación del sueño
Querido soñador,
Sí, una vez más se trata de un sueño maravilloso con, obviamente, algunos recovecos, nichos ocultos y escondrijos y, sin embargo, tan expansivo y presente que no nos sorprende que te haya atrapado. A nosotros sí, así que muchas gracias.
Y sí, tenemos dos situaciones, dos partes del sueño. En la primera parte, dos hombres interpretan un papel -¿de verdad? – y no hacen ningún ruido, aunque desfilan alegremente por la gran sala. Es como si hubieran sido comprados. No es diferente de la imponente sala: es muy luminosa, pero no tiene ventanas ni fuente de luz, es luminosa, pero no es esta luminosidad en sí misma, la tiene de otras gracias que no se ven, no se reconocen, igual que en realidad es demasiado baja, recortada en altura. Este truncamiento es, pues, doble: en los dos hombres raquíticos y en la habitación igualmente raquítica. Por muy llamativo que sea su aspecto, ellos mismos no dan nada que oír ni que ver. Podría decirse que usted siente lo mismo. También tienes la impresión de que no hay nada que oír o ver de ti en el sueño, que no apareces en absoluto.
Luego viene la segunda parte, que comienza con un «de repente» y dos ruidos. Con un zumbido y un traqueteo. Y los hombres van directos hacia allí, no se sabe si obedientes, si acaso siguiendo «la voz de su amo», pero lo parece. Y entonces el zumbido resulta ser el del perro, que recuerda al Snoopy de Charlie Brown, mientras que el traqueteo parece referirse a las tijeras que Snoopy sostiene en sus patas. Así pues, parece ser el sastre, como se desprende de la silla del barbero, cuyo respaldo aún puede verse al final, pero no el cliente. Así que, evidentemente -podría decirse-, los dos hombres ya han sido clientes en este asiento, Snoopy les ha comprado el pelo, y el cuarto parece haber sido también un cliente allí. Pero si los dos hombres, de los que no oyes nada en el sueño, te recuerdan lo que tú, como soñador, escribiste sobre este sueño, cómo te ves y te sientes en este sueño, entonces hay que suponer que tú también eras cliente en el sillón de la peluquería, lo que parece indicar además la observación de que cuando te despiertas te sientas en el borde de la cama y bebes un vaso de agua con una sonrisa. Así, de la silla del peluquero pasa al borde de la cama e incluso más allá. Está sonriendo, lo que significa que te estás divirtiendo como soñador, diversión traviesa, igual que Snoopy. Esto sugiere que no sólo estás ahí sentado, no sólo te están cortando el pelo, sino que también es tu presencia visible en el sueño, sino que también eres el travieso Snoopy que está haciendo el corte y -si quieres- dirigiendo el sueño. Parece ser el dueño de la escenografía, dominando la gran sala con los pilares desde las salas más pequeñas y ocultas. Hace ruidos que los dos caballeros siguen, de modo que parece más bien que son los perritos sentados frente a «La voz de su amo».
Y así, tal vez se podría seguir diciendo que, aunque podría parecer que tú, como soñador, no apareces en absoluto en el sueño, que no formas parte del decorado, al mismo tiempo es diferente: al fin y al cabo eres el director, cuyo trabajo es, por supuesto -como se desprende del sueño-, mucho más eficaz porque no pareces aparecer como actor, como director. Pareces estar moviendo los hilos, tenerlos en tus manos, como podría indicar la sonrisa en el borde de tu cama después de despertar.
Así pues, un sueño muy bonito que demuestra de forma impresionante cómo controlas el escenario precisamente porque no pareces estar presente, no eres visible ni audible -en otras palabras, eres el amo de la situación- y, por supuesto, también tienes la ventaja de no ser vulnerable. Enhorabuena.